Conoce el Itinerario
📍 DÍA 1: Ciudad de origen - Oviedo - Gijón
Salida del vuelo desde la ciudad de origen hasta Oviedo. Llegada y recogida del coche de alquiler. Pon rumbo al norte y tras media hora de recorrido en coche alcanzarás la ciudad de Gijón (Xixón, en asturiano), situada a orillas del mar Cantábrico, que te sorprenderá por su tranquilidad, excelente playa, exquisita comida y mucho más. En primer lugar, puedes recorrer sin prisas el extenso paseo marítimo que rodea la playa de San Lorenzo. En un extremo de esta playa se encuentra la iglesia de san Pedro y el Cerro de Santa Catalina, donde podrás observar una de las mejores panorámicas del mar Cantábrico, la ciudad de Gijón y las montañas al fondo. No dejes de ver el mítico «Elogio del Horizonte», una impresionante obra escultórica de Chillida y todo un icono de la ciudad. A continuación, podemos callejear por el histórico barrio de Cimadevilla, barrio pesquero cargado de monumentos, desde ruinas romanas hasta el Museo Casa Natal de Jovellanos o el palacio de Revillagigedo. También este barrio te ofrece muchos lugares donde podrás disfrutar de la excelente gastronomía asturiana con sus suculentos pinchos, sidras, quesos, fabadas, arroz con leche… Después puedes dirigirte al puerto deportivo o a la cercana playa Poniente. Los más pequeños tienen una cita en el Acuario de la ciudad. En sus sesenta acuarios observarás una gran variedad de peces de distintos climas y países, de agua dulce o salada. Y para terminar nuestra espectacular visita, te proponemos que recorras la céntrica calle Corrida, repleta de comercios. Alojamiento en Gijón.
📍 Día 2: Gijón - Llanera - Ribera de Arriba - Morcín - Riosa - Mieres
Conviene ponerse en marcha a una hora prudencial, puesto que te espera una jornada que aunque no incluye muchas horas de carretera se presenta repleta de interesantes experiencias por el Principado de Asturias. Tras un buen desayuno a base de café y pinchos, llega la hora de ponerse en marcha. Primero sal de Gijón por la A-8 en dirección suroeste hasta cruzarte con el acceso a la A-66, la llamada Autovía de Plata, nuestra principal compañera durante esta fabulosa Ruta en coche que finaliza en Sevilla. Continúa al sur hasta el desvío hacia la carretera AS-17 que se dirige al concejo de Llanera, donde podrás realizar la primera parada del día. En Llanera podrás visitar el Museo y circuito Fernando Alonso, dedicado al famoso piloto local de carreras, así como el yacimiento romano de Lucus Asturum; la Casa-Palacio de Villabona, del siglo XVII; la iglesia románica de Santiago, situada en Arllós; la iglesia de San Miguel en Villardeveyo, que data del siglo XV; y el Palacio de Villanueva, en San Cucao, levantado durante el siglo XVII. Cuando estés listo, regresa a la Autovía de Plata para proseguir en dirección sur y recorrer los 40 kilómetros que separan Llanera de la famosa localidad de Mieres, donde pasarás la noche. En el camino puedes desviarte brevemente para conocer los pintorescos concejos de Ribera de Arriba, Morcín y Riosa. Ribera de Arriba es una de las zonas naturales más hermosas del Principado y debe su nombre al paso de las aguas de los ríos Nalón y Caudal, que se funden en su territorio. Unas tierras donde se combinan a la perfección la llanura y la montaña, lo que genera un benévolo microclima y decenas de impresionantes paisajes para inmortalizar con la cámara de fotos. No te pierdas su enorme riqueza boscosa en la que abundan los robles y los castaños. De hecho, esta región constituye uno de los conjuntos etnográficos más importantes del Principado. Un poco más al sur se encuentra en concejo de Morcín, siempre bajo el influjo de la todopoderosa Sierra del Aramo. Se trata de un destino ideal para la práctica de actividades al aire libre como el senderismo y el cicloturismo, gracias a sus muchos atractivos naturales como el entorno del Embalse de Los Alfilorios o el mismo Peñerudes, donde se alza imponente el Torreón Medieval. Otro destacable atractivo cultural se encuentra desperdigado por el poderoso y bello Monsacro, sembrado de recónditas y entrañables capillas que custodian con mimo reliquias cristianas heredadas de otros tiempos. Por su parte, el concejo de Riosa ofrece un paisaje escarpado de montañas imposibles donde destaca el llamado «Olimpo de los Dioses» del ciclismo, el temido l’Angliru, una de las cimas más duras de este deporte a nivel internacional (y habitual protagonista de la Vuelta a España). Y es que la Sierra del Aramo se ha convertido en los últimos años en parada obligada para todo tipo de deportistas, en un gran campo de entrenamiento al aire libre perfecto para ponerse a tono. Pero no todo es naturaleza, puesto que en el poblado de Rioseco podrás ver las minas de cobre, unas reservas de mineral y metales explotadas desde la Prehistoria. El último destino de la jornada es Mieres del Camino (Mieres del Camín), capital del concejo homónimo, una amalgama de montañas, valles y ríos. Quinta población asturiana en importancia, la villa de Mieres ha sido desde antiguo una importante encrucijada de caminos debido a su privilegiada ubicación y a su vinculación con la peregrinación jacobea. En la actualidad, el concejo es además referente del turismo industrial gracias a la puesta en valor de, entro otros, el poblado minero de Bustiello; así como del turismo rural, con lugares como el Valle de Cuna y Cenera. Tómate una sidra en alguno de los muchos bares de la famosa plaza de Requejo, punto de encuentro de los locales desde hace decenios, o en la explanada al amparo de la célebre iglesia de San Juan, patrón de la localidad. ¿Te apetecen una «fabes», el plato más típico del Principado? Alojamiento en Mieres.
📍 Día 3: Mieres - Aller - Lena - León
Continúa tu camino hacia el sur atravesando esta extensa tierra de cumbres y de bosques por la «Ruta 66 española». A la altura de la localidad de Ujo, se te presenta la opción de desviarte por la carretera AS-112 en dirección sureste para visitar Aller (Ayer), un paraíso cinegético desde tiempos inmemoriales. Como sucede con todo el Principado, Aller es otro magnífico destino para el senderismo y el cicloturismo. Aunque en este caso también para los deportes de invierno, puesto que cuenta con la estación de esquí Fuentes de Invierno, una de las más bellas de la España Septentrional. Además de su riqueza natural, el concejo de Aller no está exento de atractivos monumentales. Destacan de entre su patrimonio artístico las iglesias románicas de San Vicente en Serrapio y de San Juan el Real en Llamas (declarada esta última Monumento Histórico Artístico); la iglesia de San Félix en El Pino, con sus fantásticos retablos barrocos (también Monumento Histórico Artístico); el Santuario de Nuestra Señora de Miravalles y el Castillo, ambos en Soto; y el palacio de Arias Prieto en Boo. Tampoco desmerece su legado industrial en forma de los pozos y equipamiento minero de San Antonio, San Fernando o Santiago. Regresa a la A-66 y prosigue en dirección sur hasta alcanzar el concejo de Lena (Llena), histórica frontera con la Meseta y tradicional puerta de entrada meridional a Asturias. Por sus tierras han pasado miles de viajeros, desde los romanos y su vía Carisa, pasando por los peregrinos en dirección a la Catedral de Oviedo o a Santiago, hasta los aficionados al turismo rural y deportivo de nuestros días, atraídos por su orografía y sus nieves casi eternas. Su importancia y protagonismo no es de ahora, pues se remonta a los tiempos de de la monarquía asturiana, con la ermita de Santa Cristina como principal herencia de los reyes Ramiro y Ordoño I. Ubicada en un impresionante paraje, y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ermita constituye todo un símbolo para el pueblo astur, gentes siempre amables y festivas. Lena acoge también la estación de esquí más antigua de la cordillera Cantábrica y la tercera de España, Valgrande-Pajares, y es parte sustancial del Anillo Ciclista de la Montaña Central. Llega el momento de dejar atrás el Principado de Asturias para adentrarte en Castilla y León, por donde sigue discurriendo la Vía de la Plata en su periplo hacia el sur. En este punto, se podrás elegir entre dos opciones para llegar a la ciudad de León. Puedes continuar por la Autovía de la Plata, que en este tramo hasta León incluye el pago de un peaje (No incluido), o por el contrario tomar la carretera N-630, que atraviesa el popular Puerto de Pajares, un mirador de excepción en este privilegiado entorno. Tú decides. Fundada por la séptima legión romana, de donde procede su nomenclatura actual, León es una auténtica joya del patrimonio nacional reconocida como «Capital Española de la Gastronomía 2018». Dispones del resto del día para conocer los enclaves más emblemáticos de esta alegre y señorial ciudad, famosa por su importante legado histórico y cultural, por carismáticas plazas como la plaza Mayor, de la Regla o del Grano, y por monumentos como el Palacio de los Guzmanes, el Convento de San Marcos o la Casa de Botines, una de las pocas obras que el célebre arquitecto Antonio Gaudí edificó fuera de Cataluña. Su magnífica catedral, cuyas vidrieras fueron restauradas por el genial artista Luis García Zurdo, considerado el renovador de la vidriera contemporánea, y su magnífica plaza constituyen el corazón de una ciudad que atrae a los viajeros por su acogedora atmósfera y concurridas calles salpicadas de elegantes locales decorados con gusto, hoteles boutique con carácter y hermosos e históricos monumentos. La plaza de la Catedral es también un buen punto de partida para empezar a explorar un interesante casco histórico peatonal y disfrutar del animado y famoso barrio Húmedo, ideal para salir de tapas, sobre todo a partir de la última hora de la tarde. Alojamiento en León.
📍 Día 4: León - La Bañeza - Benavente - Zamora
La provincia leonesa tiene un color especial al amanecer. Antes de ponerte al volante, te recomendamos conocer de cerca los secretos que rodean al posible Santo Grial que custodia desde hace más de mil años la magnífica Real Basílica de San Isidoro. Rodeada de misterios, esta preciada reliquia de la cristiandad, buscada desde la época medieval por legendarios caballeros, podría ser el valioso Cáliz de Doña Urraca. Tu primer destino de la jornada es La Bañeza, importante localidad leonesa ubicada a unos 50 minutos de la ciudad. Para alcanzar dicha localidad, debes dejar la A-66 a la altura de Villamañán para dirigirte hacia el oeste por la CL-621 y CL-622 y recorrer los 30 kilómetros que las separan. Rodeada de fértiles tierras regadas por el río Órbigo, La Bañeza creció alrededor de su famoso mercado, foco de atracción de gentes de toda Castilla, Galicia e incluso Extremadura. Su mercado de los sábados, con más de 200 puestos de productos agrícolas y artesanos, así como las diversas ferias que alberga a lo largo del año, siguen revistiendo gran importancia y constituyen una de las señas de identidad de la localidad. En La Bañeza destacan sus interesantes edificios modernistas situados en la plaza Mayor, principalmente el del Ayuntamiento, que recientemente ha celebrado su centenario. En lo que respecta a su patrimonio religioso, esta localidad leonesa cuenta, entre otros monumentos, con la iglesia de Santa María, ubicada en el centro de la población. Podrás admirar su torre, el retablo del escultor local renacentista Francisco de Rivera y la escultura de «La Piedad» de Gregorio Fernández. No dudes en pasear por sus calles para captar el talante comercial que distingue a La Bañeza desde principios del siglo XX, los tiempos de su máximo esplendor. Y disfruta de un descanso tomando un refrigerio en alguno de sus coquetos cafés legados de dicha época. Si llegas a la localidad a la hora de comer, te recomendamos degustar alguno de sus riquísimos platos típicos en los restaurantes del centro. Las recetas más afamadas son las ancas de rana y los cocidos con alubias de La Bañeza, que tienen denominación de origen propia. Y de postre, prueba los bollos de San Lázaro, los Imperiales, las Yemas o las pastas de San Blas. Simplemente, deliciosos. Regresa una vez más a Autovía de Plata para continuar tu viaje hacia el sur y adentrarte en tierras zamoranas hasta alcanzar la ciudad de Benavente, a unos 50 kilómetros de distancia de Villamañán. Benavente, primera parada en la provincia de Zamora, vería en el año 1230 la ceremonia de unión de los Reinos de León y Castilla durante el reinado de Fernando III «El Santo», primer paso para la creación del futuro Reino de España. Encaramada a una colina en el centro de una gran llanura, Benavente se localiza a unos 744 metros sobre el nivel del mar. El edificio más representativo es el Parador de Turismo Fernando II, que ocupa la Torre del Caracol, un castillo construido en el siglo XVI con amplios miradores y hermosos artesonados mudéjares. También son dignas de mención las iglesias de Santa María de Azogue, con sus esculturas góticas policromadas y sus variados pilares; y de San Juan del Mercado, donde sobresale su portada meridional… Otra parada obligada es el hospital de la Piedad, un antiguo albergue para peregrinos. Ya solo te restan por recorrer los 70 kilómetros de distancia que separan Benavente de la ciudad de Zamora, capital de la provincia homónima. Esta joya medieval, apodada la «Ciudad del Románico» gracias al importante legado de su casco antiguo en forma de murallas, palacios y templos, está enclavada a orillas del río Duero. De hecho, el puente de piedra que lo cruza constituye la entrada principal a esta bella máquina del tiempo que te transportará sin esfuerzo a la Edad Media. Durante esa época era conocida como «la Bien Cercada» por su triple cinturón defensivo, del que se conserva prácticamente íntegro el primero, con el Portillo de la Traición, la Puerta de Doña Urraca y la Puerta del Obispo como principales iconos. Otros de los grandes símbolos de Zamora son su imponente castillo, una fortaleza de origen árabe que aún conserva la Torre del Homenaje, la puerta y el foso, y junto a él la Catedral, construida entre los siglos XII y XIII con elementos arquitectónicos de los estilos bizantino y románico. Disfruta del conjunto de iglesias también románicas que salpican las calles estrechas y empedradas que riegan los alrededores de la plaza Mayor, como las de San Ildefonso, La Magdalena o San Cipriano. De estilo renacentista existen otros emblemáticos edificios repartidos por la ciudad, como el Hospital de la Encarnación, el Ayuntamiento Viejo (construido por orden de los Reyes Católicos), el Palacio de los Condes de Alba de Aliste, y el Palacio del Cordón, hoy sede del Museo de Zamora. Para cenar, Zamora te ofrece la posibilidad de degustar en sus muchos restaurantes especialidades gastronómicas de la región, como el arroz a la zamorana, la merluza rellena, las natillas almendradas… También puedes practicar la costumbre del lugar: acudir a los aledaños de la calle Herreros para beber unos «chatos» (vasos pequeños) de vino de la Denominación de Origen de Toro, acompañados eso sí de unas tapas de lonchas de tocino o carne de cerdo frita, entre otros manjares locales.. Y ya se sabe, donde fueres haz lo que vieres… Alojamiento en Zamora.
📍 Día 5: Zamora - Guijuelo - Béjar - Baños de Montemayor - Hervás
Llega el momento de dejar atrás Zamora y su provincia para pasar a disfrutar de Salamanca. La primera parada en tierras salmantinas es Guijuelo, a unos 130 kilómetros al sur por la A-66, un pueblo que sabe… a jamón. No en vano, es hogar de una de las principales Denominaciones de Origen del jamón ibérico, creada en 1984, que acapara ni más ni menos que el 60 % de la producción española de este manjar. Son también famosos y de gran calidad otros embutidos del cerdo ibérico elaborados aquí, una materia prima que en ocasiones proviene de Extremadura y Andalucía, pero que encuentra en Guijuelo el lugar idóneo para su curación. ¿El secreto? Su clima frío y seco. Además de la excelente reputación de su industria alimentaria, la villa ofrece otros atractivos como la visita al Torreón de Guijuelo, símbolo de la localidad que data la primera mitad del siglo XV, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y, por supuesto, el Museo de la Industria Chacinera. A 25 kilómetros al sur de Guijuelo te toparás con Béjar, otra localidad salmantina donde merece la pena hacer un alto en el camino. No te pierdas su casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1974, gracias a su paradigmática arquitectura popular serrana y su muralla medieval; y el Parque de El Bosque, uno de los pocos ejemplos de jardín renacentista italiano que se conserva del siglo XVI, catalogado en 1946 como Jardín Artístico (en ambos casos se trata de la figura de protección previa a la de Bien de Interés Cultural). Y esto constituye tan solo la punta del iceberg del importante legado que alberga la localidad de Béjar, entre el que destaca la iglesia de El Salvador, la Torre de San Juan, el Teatro Cervantes, la Plaza de Toros y el Palacio Ducal. No se queda atrás el patrimonio natural de la Sierra de Béjar, en el Sistema Central, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO por sus parajes de gran belleza, como Hoyamoros y el nacimiento el río Cuerpo de Hombre. Allí encontrarás además la estación de esquí de La Covatilla. La gastronomía de Béjar es también otro de sus puntos fuertes con sabrosos platos como el «calderillo bejarano», las «patatas revueltas», el «zorongollo» (ensalada de pimientos rojos y tomates asados) y el «hornazo» (bollo anisado relleno de chorizo). Y acompaña el café con unas «perrunillas», el dulce típico de la localidad. Llega el momento de cambiar de nuevo de Comunidad Autónoma y acceder a Extremadura, penúltima etapa de esta Vía de la Plata. Los primeros pueblos para realizar una parada en la provincia de Cáceres es Baños de Montemayor, en el límite con Salamanca, y Hervás, un poco más al sur. Convertido desde la época romana en un oasis termal, su principal atractivo es el Balneario del siglo XIX. Declarado Bien de Interés Cultural en 1995, el balneario conserva la terma romana y además dispone de modernas instalaciones para aprovechar sus aguas sulfurosas (recomendadas para tratar el reuma, la artrosis y las afecciones respiratorias). Es el lugar ideal para descansar y eliminar el estrés. De su patrimonio cabe destacar la bien conservada calzada romana, antaño la auténtica Vía de la Plata que unía Astorga con Mérida; la iglesia de Santa María de la Asunción, donde sobresale su portada plateresca y su torre gótica; y diversas mansiones de estilo belle époque. En lo referente a Hervás debes saber que su judería está declarada Conjunto Histórico-Artístico y que su grado de conservación es excelente. De urbanismo despistado, por no decir alborotado, podrás caminar por sus calles desordenadas y estrechas con un encanto mayúsculo. La mayoría conserva su estructura original -siglos XIV y XV- y su carácter. Sabrás dónde te encuentras porque la mayoría de placas de las calles incorporan una estrella de David. El compromiso judío en la zona es de tal calado que durante el mes de julio y desde el año 1997 se celebra una representación que, bajo el título de “Los Conversos”, se recuerda el legado que el pueblo sefardí dejó en la localidad. Son unas jornadas festivas y lo suficientemente llamativas como para hacer coincidir tu viaje con ellas. De hecho, en la representación llegan a juntarse ¡400 vecinos actuando! En cuanto al pueblo en sí, es bellísimo. Te animamos a que conozcas la casa museo que alberga el palacio de los Dávila y que disfrutes de un auténtico homenaje culinario en el Restaurante “Casa Luis”. Alojamiento en Hervás.
📍 Día 6: Hervás - Granadilla - Cáparra - Plasencia
Antes de dejar Hervás dedícale unos minutos a las vistas que te ofrece el valle del Ambroz, un lugar exquisito. Al concluir, puedes ponerte en Ruta. La meta de la jornada se sitúa en la localidad de Plasencia, a tan solo 40 kilómetros al sur de Hervás. Antes de llegar te recomendamos un par de paradas en este bonito trayecto a lo largo de la provincia de Cáceres. La primera, localizada al oeste de la A-66, tiene como protagonista la antigua villa amurallada de Granadilla, de origen medieval y ubicada junto al embalse de Gabriel y Galán, llamado así en homenaje al poeta salmantino José María Gabriel y Galán. El pueblo sería desalojado completamente a mediados del siglo XX para transformarse en zona inundable, aunque en realidad el pueblo nunca ha llegado a estar inundado por el embalse. De hecho, se da la circunstancia de que en 1980 la villa sería declarada Conjunto Histórico-Artístico, para cuatro años después ser incluida en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados. No te pierdas el conjunto fortificado compuesto por el esbelto e imponente Castillo de Granadilla, construido entre 1473 y 1478 por orden del primer Duque de Alba, y las Murallas, de origen almohade y levantadas en el siglo IX. Desde la torre del Castillo podrás disfrutar de unas espectaculares panorámicas tanto del embalse y como del pueblo, que está siendo rehabilitado desde hace años. La segunda parada, también situada al oeste de la Autovía de la Plata, tiene como escenario el inolvidable Municipium Flavium Caparense, es decir, las ruinas de la ciudad romana de Cáparra. Localidad de origen Vetón, Cáparra se convirtió en municipio romano en la época del emperador Vespasiano, cuando ya formaba parte del trazado de la calzada latina bautizada como Vía de la Plata. La mejor manera de comenzar la visita es acudiendo al Centro de Interpretación, desde donde parte un itinerario habilitado para turistas. Su símbolo más representativo es sin duda su magnífico arco, único en España al tratarse de un «tetrapylum» y estar formado por cuatro arcos de medio punto sustentados en otros tantos pilares. Tras el arco se encuentra el decumano y el enorme foro que conserva vestigios de la basílica, la curia y de diversos templos; así como las termas, gracias a las que podrás conocer de primera mano el sistema de conducción de aire caliente romano. Una vez hayas explorado Cáparra a tu gusto, regresa a la Autovía de la Plata para continuar tu camino hacia Plasencia, ciudad medieval conocida como la «Perla del Valle», donde destaca su pasado sefardí. Aquí también tendrás la oportunidad de visitar los resquicios de la Antigua Judería, conocida como Judería de la Mota, y los de la Judería Nueva. Si comienzas tu visita a la Judería de la Mota, debes saber que se ubica frente a la plaza de San Nicolás y acaba en la actual calle de Caldereros. De hecho, está sepultada bajo el Parador de Turismo, que aún conserva una estructura en su aparcamiento de cómo era una casa en el siglo XV, y el palacio Carvajal Girón. Mientras que la Nueva se asentó en las calles Esparrillas, rúa Zapatería y plaza de Ansano. Precisamente aquí podrás contemplar la casa de los Carvajal-Girón, la familia que acopló la Sinagoga Nueva a sus posesiones una vez que fue incendiada. Como el resto de sinagogas, estaba orientada hacia Jerusalén y era el lugar donde se congregaba la población judía a leer la Torá. Hoy no queda nada, ni el Hejal, ni el Ner Tamid ni la menorá ni la Bimá. Eso sí, el palacio es digno de admirar en todo su esplendor renacentista. La sinagoga de la Judería de la Mota sirvió como lugar para construir la iglesia de San Vicente Ferrer, que también puedes visitar. Precisamente, los constructores utilizaron para edificarla alguna de las lápidas del antiguo cementerio, situado a poca distancia de aquí, en el barrio de Berrocal. Es, por desgracia, un ejemplo de escasa conservación. Contó con un patrimonio histórico espectacular, pero el vandalismo y el paso del tiempo han terminado por debilitar antiguas construcciones valiosas y algunos recuerdos del pasado sefardí. Se mantiene en pie una veintena de tumbas. Más alegre es el paseo por las inmediaciones de las calles de Zapatería y de Trujillo, donde otrora lució la Judería Nueva. Aquí abre bien los ojos porque algunas baldosas del suelo nos trasladan siglos atrás, informándote que aquí vivieron Samuel y Abraham, entre otros. Es interesante acercarse a la plaza Mayor, al convento de las Claras y, cómo no, sus catedrales, porque también hay dos. La nueva y la vieja. Al margen de su pasado sefardí, Plasencia es una ciudad medieval maravillosa. De hecho, podrás, como hiciste en Ávila, recorrer sus murallas y seguir el cauce del río Jerte por las inmediaciones de la avenida España, muy cerca de la Puerta de Trujillo. Otra de las paradas obligadas en Plasencia es su acueducto. Ya no sólo por la construcción y por lo que representó, sino por el enclave. Integrado en el parque de los Pinos, sus 55 arcos rodeados de un palmeral te cautivarán. La noche puedes comenzarla bien en «Casa Juan», aclamado restaurante local que ofrece un menú sefardí completo. Apunta: milhojas de pimiento, cordero con cus cus… Un sinfín de recetas que sorprenderán a los viajeros más sibaritas. Alojamiento en Plasencia.
📍 Día 7: Plasencia - Coria - Parque Nacional de Monfragüe - Cáceres
Desde Plasencia debes encaminar tus pasos hacia la ciudad de Coria, situada también al oeste de la Autovía de la Plata tomando el desvío que te lleva a la EX-A1. Tras conducir unos 45 kilómetros alcanzarás Coria, capital oficiosa del Valle del Alagón. Es una localidad con una gran vinculación con la la cultura del toro y en verano, principalmente, se organizan visitas guidas a la dehesa, el hábitat del toro bravo. Además, en junio se celebran las famosas fiestas de San Juan, que se remontan al siglo XII, en las que se suelta un toro bravo dentro del recinto amurallado. Coria cuenta con un importante legado monumental declarado Bien de Interés Cultural. Destaca la Catedral de Santa María de la Asunción, con su portada plateresca del Perdón y su Museo Catedralicio, que exhibe reliquias y piezas de imaginería religiosa; el Castillo de Coria, edificado sobre un antigua fortaleza templaria; y el Puente de Piedra… ¡bajo el que no pasa ningún río! Continúa el viaje poniendo rumbo al Parque Nacional de Monfragüe, que se ubica a 50 kilómetros al este de Coria por la misma EX-A1. Declarado parque natural en 1979, el primero en la provincia de Cáceres, su nombre proviene de los romanos que bautizaron la zona como «mons fragorum», es decir, «monte denso» (o «Monte-Fragoso», como se le conoce en la región). Su alto valor paisajístico y natural le hicieron merecedor en 2003 de la catalogación de Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y recibe todos los años a más de 300.000 visitantes. Atravesado por dos ríos, el Tajo y el Tiétar, predominan el bosque y matorral mediterráneo, las dehesas, los roquedos (peñascos) y las masas de agua (embalses, además de los ríos). Una gran oportunidad para vivir la naturaleza en estado puro. Terminamos esta interesante etapa en la hermosa ciudad de Cáceres. Pasear por su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad, es todo un espectáculo. Aquí se asentaron los romanos, los árabes, una gran colonia judía y, mucho antes que ellos, hace 66.700 años, los hombres de Neandertal, que dejaron sus huellas -en concreto sus manos- en la Cueva de Maltravieso. Es una de las visitas que puedes hacer en la ciudad y que te servirá para comprender que pisas una ciudad repleta de historia, pero que mira de frente hacia el futuro. De visita obligada es el palacio de los Golfines de Abajo, la torre de las Cigüeñas, las plazas Mayor y de San Jorge, el barrio de la Judería Vieja… En cuanto al pasado sefardí, te contamos que la Cáceres posee no solo una judería, sino dos: la judería nueva y la vieja. La vieja está ubicada dentro de las murallas y tiene muchas similitudes con la de Hervás. Es aparentemente caótica, con sus callejuelas estrechas y desordenadas, pero el blanco propio de la cal y los dinteles en sus puertas le otorgan un encanto especial. Puedes caminar por el barrio de San Antonio de la Quebrada, descubrir las estrellas de David que hay en el suelo o visitar la antigua sinagoga bajo los pies de la ermita de San Antonio. En cambio, la judería nueva se gestó 15 años antes de la expulsión de los judíos y la encontrarás donde hoy se levanta el Palacio de la Isla, construido sobre una antigua sinagoga. Prueba de ello es que el patio conserva varias estrellas de David y en algunos lugares encontrarás diversas inscripciones en hebreo. Este lado de la ciudad fue poblado también por el pueblo árabe. De hecho, entre el Arco del Cristo y la plaza San Jorge encontrarás el Museo Yusuf al Burch, en la calle Cuesta del Marqués. Podrás visitar el aljibe original y los baños, unos elementos característicos que reflejan también el pasado árabe de la localidad. Si anteriormente te mencionábamos el Arco del Cristo, ahora te sugerimos que te acerques también al Arco de la Estrella, ubicado en la plaza Mayor. Documentos atestiguan la presencia de varias familias judías residiendo en sus alrededores años antes de 1492. En cuanto el sol empiece a caer, no dudes en volver al coche y desplazarte hasta el Santuario de la Virgen de la Montaña, donde disfrutarás de uno de los atardeceres más bellos de toda Extremadura. Al caer la noche, regresa a la ciudad para cenar. Ir de tapas puede ser una buena opción para poner el cierre a un día de ensueño. Déjate llevar por leyendas que narran las trifulcas entre Isabel y Juana mientras degustas las deliciosas “Tostas de Fernando” (con secreto ibérico) y “Tostas de Isabel” (con solomillo y cebolla caramelizada)… ¡Deliciosas! Y para disfrutar de la animación nocturna, te recomendamos acercarte a las calles Pizarro y Moret. Alojamiento en Cáceres.
📍 Día 8: Cáceres - Mérida - Almendralejo - Zafra
A lo largo de esta jornada no tendrás que abandonar la Autovía de la Plata, ya que todas las paradas que te proponemos se encuentran en su mismo trazado. A 75 kilómetros de Cáceres en dirección sur alcanzarás Mérida, la capital de Extremadura y ya situada en la provincia de Badajoz. Sería en el año 25 a.C., cuando el célebre (primer) emperador romano Octavio Augusto ordenase fundar la Colonia Iulia Augusta Emerita para acoger a los veteranos (eméritos) de las guerras en el norte peninsular. Desde entonces, las culturas romana, visigoda, árabe y cristiana han ido dejando sus huellas en esta hermosa localidad cuyo «Conjunto Arqueológico Emeritense» fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la UNESCO. El Anfiteatro, el Circo, el Puente sobre el Guadiana, el Acueducto de los Milagros, el Templo de Diana y el Arco de Trajano, heredados todos de la dominación romana; la Alcazaba, primera fortificación árabe de la Península; y la Basílica de Santa Eulalia y la Concatedral de Santa María La Mayor; dan buena muestra de la enorme importancia de la herencia monumental de la capital extremeña. Si no puedes invertir mucho tiempo en la visita a esta «Muy Noble, Antigua, Grande y Leal Ciudad de Mérida», como reza su nomenclatura, no te pierdas al menos el Teatro Romano, que está entre los diez monumentos más visitados de España. Durante los meses de julio y agosto acoge además el maravilloso Festival de Teatro de Mérida, famoso a nivel internacional. Desde allí puedes ir bajando hacia el centro urbano mientras vas descubriendo sus muchos tesoros, como el Museo de Arte Visigodo y los parques de la Isla y de las Siete Sillas. En la plaza de España, puedes disfrutar de un breve descanso en alguna de sus muchas terrazas antes de volver a la carretera para poner rumbo a Almendralejo. Conocida como la «Ciudad del Cava», por los excelentes caldos que produce, y la «Ciudad del Romanticismo», pues es localidad natal de los poetas José de Espronceda y Carolina Coronado, Almendralejo aparece en el horizonte rodeada de viñedos, olivos y arboledas de encinas y alcornoques. En la actualidad es un destacado productor de vinos, cavas y licores, así como de aceite de oliva y aceitunas. Merece la pena visitar el Museo de las Ciencias del Vino para conocer de primera mano la evolución de esta industria, y la bodega situada bajo el graderío de la plaza de toros. Además del coso taurino, de estilo mudéjar y construido en el siglo XIX, destaca de entre su patrimonio monumental la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, el santuario de Nuestra Señora de la Piedad, el palacio del Marqués de Monsalud y el precioso teatro de la ciudad, dedicado a Carolina Coronado. Una vez estés listo, ya solo te resta continuar por la Autovía de la Plata hasta llegar a Zafra, situada al sur de Extremadura. Llamada la «Sevilla la Chica» por su arrolladora belleza, es otra de las muchas villas pacenses repleta de un importante legado que le ha ganado la declaración de Conjunto Histórico-Artístico de interés nacional. Puedes empezar tu visita por el espectacular Alcázar de los Duques de Feria, de estilo gótico mudéjar del siglo XV, ubicado muy próximo a la zona amurallada. Desde allí pasea con tranquilidad por sus famosas plazas Chica y Grande, ambas porticadas, y visita la iglesia de la Candelaria o el convento de Santa Clara, con su capilla gótica del siglo XV. Pero sobre todo, Zafra es el lugar ideal para descansar y disfrutar en alguno de sus restaurantes de la gastronomía tradicional, con platos como caldereta de cordero, migas extremeñas, bacalao monacal, zorongollo, torta de La Serena y solomillo ibérico al queso de los Ibores. ¡Espectaculares! Por cierto, a finales de septiembre acoge la Feria Internacional Ganadera y Tradicional de San Miguel, que se remonta al año 1453, una de las más importantes del mundo y que en cada edición recibe a más de ¡un millón de visitantes! Alojamiento en Zafra.
📍 Día 9: Zafra - Fuente de Cantos - Carmona - Sevilla
Durante la jornada de hoy pondrás fin a tu periplo por la Autovía de la Plata con la llegada a Sevilla. Antes de arribar a la capital andaluza te quedan por recorrer 200 kilómetros en los que podrás visitar localidades como Fuente de Cantos, todavía en Badajoz, o Carmona, ya en la provincia sevillana y, por tanto, en Andalucía. A apenas 25 kilómetros al sur de Zafra te toparás con Fuente de Cantos, en la comarca pacense de Tentudía, muy conocida por su excelente jamón ibérico de bellota y los productos del cerdo ibérico en general. Además, allí se encuentra el Pico de Tentudía, la montaña más alta de la provincia de Badajoz con 1.104 metros, desde donde obtendrás unas espectaculares vistas de toda zona. Sobre todo desde el precioso monasterio localizado en su cima. En el pueblo te recomendamos la visita de la Parroquia de la Granada, declarado Bien de Interés Cultural, con su retablo mayor de estilo barroco, y la ermita de la Hermosa, patrona del pueblo. Ya entrado el día, nos dirigimos a Carmona, otra de las joyas de esta apasionante Ruta que aparece en el horizonte rodeada de la fértil vega sevillana. Blanca y señorial, esta milenaria y bella ciudad posee uno de los legados culturales más destacados de Andalucía, con numerosos edificios de la época romana, islámica, barroca y contemporánea. Recomendamos una ruta por el casco viejo, recorriendo algunos bares y tabernas de toda la vida donde podrás degustar tapas deliciosas. A sólo 30 kilómetros aparece Sevilla, una ciudad histórica y universal que ha sabido conservar sus fiestas y tradiciones como ninguna otra. La elegante capital andaluza conquista al viajero con su eterno aroma a azahar y el trajín de unas calles que hablan de historia, leyendas de reyes y gestas de caballeros. En Sevilla se une lo sagrado y lo profano, lo antiguo y lo moderno, la cultura y el ocio, la rutina diaria con la genuina alegría del que sabe vivir el momento… Durante tu visita te esperan lugares únicos como la Catedral, la Giralda o el Alcázar; barrios tan pintorescos como el de Santa Cruz, la Macarena o el de Triana; lugares míticos como La Maestranza, la plaza España o el Parque de María Luisa… Recorre su «ruta de las tapas» y disfruta de la mejor gastronomía de la tierra con vistas al Guadalquivir. Alojamiento en Sevilla.
📍 Día 10: Sevilla - Ciudad de origen
Presentación en el aeropuerto con suficiente tiempo de antelación para devolver el coche de alquiler y vuelo de regreso a la ciudad de origen. Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.
El precio incluye
- Vuelo de ida y vuelta.
- Estancia en el hotel seleccionado en Gijón.
- Régimen seleccionado en Gijón.
- Estancia en el hotel seleccionado en Mieres.
- Régimen seleccionado en Mieres.
- Estancia en el hotel seleccionado en León.
- Régimen seleccionado en León.
- Estancia en el hotel seleccionado en Zamora.
- Régimen seleccionado en Zamora.
- Estancia en el hotel seleccionado en Hervás.
- Régimen seleccionado en Hervás.
- Estancia en el hotel seleccionado en Plasencia.
- Régimen seleccionado en Plasencia.
- Estancia en el hotel seleccionado en Cáceres.
- Régimen seleccionado en Cáceres.
- Estancia en el hotel seleccionado en Zafra.
- Régimen seleccionado en Zafra.
- Estancia en el hotel seleccionado en Sevilla.
- Régimen seleccionado en Sevilla.
- Coche de alquiler.
- Seguro de viaje
- Importe del suplemento por recogida y devolución del vehículo en diferente oficina.
El precio no incluye
- Posible pago de peajes.
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