Conoce el Itinerario
📍 DÍA 1: Ciudad de origen - Oporto
Salida del vuelo desde la ciudad de origen hasta Oporto. Llegada y recogida del coche de alquiler. ¡Bienvenido a la segunda ciudad más importante de Portugal! El tiempo del que dispondrás en este primer día dependerá del horario de tu vuelo. Empieza estas vacaciones paseando por el centro antes de cenar. Si tu vuelo aterriza en suelo luso a una hora que no te permita hacer turismo, no te preocupes y flexibiliza el día de mañana introduciendo en la ruta los planes que más te apetezcan. El Ayuntamiento es un buen lugar para empezar el recorrido. Arquitectónicamente es un edificio muy interesante. Se encuentra ubicado en la Avenida dos Aliados, presidiendo la Plaza de la Libertad. Seguro que te impresiona su torre, de 70 metros de alto. Nuestra siguiente parada será el Banco de Portugal. El paseo entre ambos es muy agradable y si agudizas el oído empezarás a familiarizarte con el idioma portugués. La gran mayoría de los edificios que hay en esta zona son modernistas, al igual que los dos que te proponemos. A escasos 10 minutos encontrarás uno de los lugares más visitados: la Libreria Lello. Pensarás: ¿una librería? Acércate y déjate asombrar por su interior. A continuación puedes dirigirte hacia la Igreja dos Clérigos, la Iglesia de los Clérigos, y a su torre. (Nota. Infórmate si la torre está abierta porque subir vale la pena. Eso sí, mejor que estés en forma porque hace falta ascender 200 escalones para coronarla. Recuerda que cuenta con 49 campanas que te darán un buen susto si suenan y no estás prevenido). Los amantes de la fotografía encontraréis en la ciudad cientos de rincones con encanto. Uno de ellos es la Catedral Sé de Porto, símbolo y orgullo para los portuenses. Para acabar el día, qué mejor que hacerlo en la Rua Santa Catarina para hacer las primeras compras de las vacaciones. Disfrutarás de su centro comercial y de las tiendas. Después de visitar el café Majestic -si no hay mucha cola- y de preguntar por su historia, ya puedes ir a cenar a cualquiera de los restaurantes de moda de la ciudad. Recuerda que tienes el coche a tu disposición y que puedes moverte. Alojamiento en Oporto.
📍 Día 2: Oporto
Después de desayunar unos pasteis de nata y un buen café pingao es hora de ponerse en marcha. Hoy hay muchas que ver y hacer para ver lo mejor de Oporto en un solo día. Es posible. Tras la visita de ayer, ya habrás comprobado que la ciudad es una mezcla de grandes contrastes. Edificios modernistas y otros clásicos coinciden con las construcciones más modernas y vanguardistas. Un buen ejemplo es la Casa da Música. Como edificio es increíble, rompedor más bien, pero uno no sabe si destaca únicamente por su originalidad o porque se encuentra rodeado de jardines, de capillas y edificios tradicionales de estética tradicional portuguesa. Es tradición también subirse al tranvía y darse un paseo por la ciudad a bordo de este carismático transporte. Hay varias líneas, por lo que sólo tienes que elegir la que haga el recorrido que más te seduzca y ¡a disfrutar! Es una pena que no circule por el puente Don Luis I. Sí lo hace el metro, pero no el tranvía. Aun así, esta maravilla de la edificación del siglo XIX une las dos orillas el río Duero con una majestuosidad pasmosa. Un dato que te ayudará a entender la construcción es que uno de sus máximos creadores fue un discípulo de Gustave Eiffel. Explica así la espectacularidad de su arco y las grandes cantidades de hierro que se utilizaron para su construcción, al igual que la torre parisina. Los amantes de la fotografía encontraréis en la ciudad cientos de rincones con encanto. La Catedral Sé de Porto es uno de ellos. Es un símbolo dentro de la ciudad y un orgullo para los portugueses. Es el templo más venerado y más importante de la ciudad, que ya es decir, porque cuenta con varias iglesias increíbles. Si tienes tiempo, no te pierdas la Igreja da Trindade, la Igreja do Carmo y la Igreja dos Carmelitas. También es muy particular la Igreja de Sao José das Taipas, y, como no, la Capilla de las Almas, forrada de azulejos. Un buen plan puede ser comer en la Ribeira -ya sea un buen plato de francesinhas o de bacalao-, tomar allí el café y dar un paseo al borde del río. A continuación, dirígete a alguna de las bodegas que hay en las afueras de la ciudad. Se organizan desde catas de vino, excursiones a viñedos y a bodegas. ¡No te olvides de comprar algunas botellas para traerte a casa! Hay varias opciones para visitar. Algunas de las más conocidas son Calém, Sandeman, Real Companhia Vella y Offley. Cuando estés de vuelta a Oporto no te saltes la parada del Mirador da Vitória. Es uno de los lugares más bellos para ver la ciudad al atardecer. Y al finalizar el día, dirígete a la Rua Candido dos Reis uno de los lugares de moda para cenar algo escuchando a algún intérprete local cantando fados de fondo. Alojamiento en Oporto.
📍 Día 3: Oporto - Braga - Santuario do Bom Jesus - Citânia de Briteiros - Guimarães - Oporto
Después de ver lo mejor de Oporto es hora de salir de la ciudad y empezar a explorar los bucólicos paisajes del Minho, cuna del Reino de Portugal, de excelentes vinos y del mítico gallo luso. La zona agasaja al viajero con bellas e históricas ciudades, pueblecitos llenos de autenticidad, coloridos viñedos, prados salpicados de ganado… La primera parada del día podría ser Braga, situada a menos de una hora en coche desde Oporto. Estás ante una de las ciudades más religiosas e históricas del país, que custodia joyas patrimoniales como la Sé, la catedral lusa más antigua que se levantó por el mandato de los padres del primer rey de Portugal: Don Enrique y Doña Teresa. Hoy los padres del monarca descansan entre sus muros. (Nota. Se recomienda consultar los horarios de entrada al Templo y al Tesoro-Museo de la Catedral. Entrada no incluida). ¿Más sugerencias culturales? Si dispones de tiempo, puedes acercarte al Museo de Biscainhos y el Museo Arqueológico D.Diogo de Sousa. Aprovecha la visita para disfrutar de un tranquilo paseo por el centro histórico de la ciudad, salpicado de iglesias, edificios históricos como el Palacio de Raio o el Teatro Circo, de coquetos restaurantes y cafeterías… Imprescindible: tomarse un café en la emblemática “Brasileira”, mientras contemplas el trajín de la concurrida Avenida Central. Si te apetece almorzar en esta ciudad, el bacalao al estilo de Braga, el cordero asado y el pudin Abade de Priscosson son siempre una buena elección. La milenaria ciudad de Braga -fue fundada por los romanos- es también conocida por su ambiente estudiantil y universitario, que podrás descubrir en plazas como la de la República. Una de las visitas más demandadas se encuentra a tan sólo 5 kilómetros al este del centro de la ciudad. Concretamente, hablamos del Santuario do Bom Jesus y su monumental escalinata barroca. Tras la visita, nos ponemos de nuevo en ruta. De camino a Guimarães puedes realizar una parada en Citânia de Briteiros, un enclave arqueológico que te transportará unos 2.500 años atrás, cuando en esta zona vivían los celtas. (Nota. El yacimiento se encuentra a un cuarto de hora en coche, atravesando bonitos paisajes de huertos y bosques. Si tienes previsto realizar la visita, te recomendamos consultar tarifas y horarios del museo. Entrada no incluida). Desde este punto, tendrás que conducir unos 20 minutos hasta llegar a Guimarães. La ciudad, Capital Europea de la Cultura 2012, es famosa por haber visto nacer a Afonso Henrique (1100) y, por tanto, por ser la cuna del Reino de Portugal. ¡Fue la primera capital del país! Caminar por su casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una auténtica delicia. ¡Aquí nació Portugal! Se puede leer en uno de los muros de las bonitas calles empedradas del centro. La ciudad destaca por sus huellas medievales, barrocas y renacentistas… Sus plazas, avenidas y modernos edificios ofrecen la cara más animada y actual de la ciudad. Entre sus imprescindibles se encuentran un castillo milenario -que ofrece magníficas vistas desde sus almenas del conjunto de la ciudad-, la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira y el Palacio de los Duques de Bragança. ¿Algún recuerdo del viaje? Los bordados en lino de Guimarães son conocidos fuera de las fronteras lusas. Recomendamos dejar el coche aparcado en Guimarães y coger un teleférico hasta Penha y sus hermoso entorno boscoso. Regreso a Oporto. Hoy puedes salir a cenar a la zona de la Riviera, salpicada de restaurantes es una de las áreas más bonitas de la ciudad. ¿Alguna recomendación? Puedes cenar un “francesinha” (plato típico de Porto) junto al excelente vino local. Los amantes del dulce, encontrarán el la céntrica “Leitaria da Quinta do Paço” su paraíso particular. Finaliza el día con una copa en la mano en locales como el céntrico “Bonaparte Baixa”. Alojamiento en Oporto.
📍 Día 4: Oporto - Espinho - Figueira da Foz - Coimbra
A poca distancia de Oporto, Espinho es un complejo vacacional con amplias playas de arena, ondulantes olas y un buen número de restaurantes de mariscos. Luego está el mercado semanal de los lunes, que es el más grande del país, con puestos en fila que se extienden por kilómetros, vendiendo casi cualquier cosa bajo el sol. En la costa, no lejos de Coimbra, Figueira da Foz es una ciudad turística con un casino, bares, restaurantes y una enorme playa urbana. Figueira da Foz cuenta con numerosas casas de vacaciones palaciegas, una del siglo XVII para el obispo de Coimbra, y otras de estilo Art Nouveau y Art Decó, cuando la ciudad se puso de moda como centro turístico. Dominando el horizonte hacia el norte se encuentra la Serra da Boa Viagem, una atractiva cordillera de colinas cubiertas de pinos con miradores como el Mirador de Vela para contemplar la ciudad y las Salinas de Mondego, senderos para caminar y un parque de aventura en el bosque. La última etapa de hoy te llevará hasta Coimbra, conocida popularmente como la “Oxford portuguesa”, ya que el ambiente estudiantil se respira en cada esquina. No en vano, aquí tienen la universidad más antigua de Portugal y una de las primeras de Europa, que se fundó en 1290. No lo dudes y acércate a conocerla como un universitario más. La encontrarás en el Pátio das Escolas, con su conocida y fotografiada Torre del reloj. En su interior hay que visitar una de sus joyas escondidas: la Biblioteca Joanina, con más de 300.000 libros antiguos bajo preciosos frescos en lo alto. ¡No te olvides de mirar al techo! A continuación, puedes dejar el coche y recorrerte las cuestas a pie. Seguro que te enamoran sus callejones y sus escaleras. Por eso, aparca relativamente cerca de la zona de Rua da Sota porque ahí es donde te recomendamos especialmente que cenes. Su oferta gastronómica y ambiente nocturno son excelentes. Si tienes tiempo, te animamos a que visites uno de los locales en donde cantan fados. (Nota. Gran parte de Coimbra es zona exclusivamente peatonal, por lo que si vas en coche es mejor dejarlo en un aparcamiento). Alojamiento en Coimbra.
📍 Día 5: Coimbra
Hoy dedicaremos el día a explorar esta fantástica ciudad. Como te explicábamos ayer, Coimbra es una ciudad universitaria, pero no destaca sólo por eso. También fue en el pasado la capital del país, así que todavía mantiene muchos monumentos que recuerdan sus esplendor como el Convento de Santa Clara-a-Velha, el Convento de Säo Francisco, la Casa Museo Bissaya Barreto o la Igreja de Santa Cruz. Algunos de ellos los puedes contemplar dando un paseo por su casco antiguo, lleno de edificios de todos los colores ante la atenta mirada del río Mondego. Su fisonomía te recordará seguro a Oporto, por eso te animamos a que camines hoy. Que no te pierdas la Plaza del Comercio, con sus terrazas, la calle peatonal de la Rua Visconde da Luz, donde podrás hacer las compras que quieras, y también las dos catedrales de la ciudad. La más antigua es la Catedral de Sé Velha, románica y con un cierto aire a fortaleza. La nueva, en cambio, es del siglo XVI y tiene un estilo mucho más refinado. Si eres un amante del arte y las visitas culturales del día anterior te supieron a poco, apuesta por el Museu Nacional Machado, que contiene en su interior una de las colecciones de escultura de los siglos XIV al XVI más importantes del país y además explica los orígenes romanos de la ciudad. Para acabar el día no hay nada mejor que pasear por las inmediaciones del puente de Santa Clara porque así verás Coimbra desde el otro lado del río. Si vas con niños, no puedes dejar de visitar el parque temático Portugal dos Pequenitos. Hay zonas para jugar con los niños y edificios a escala que representan los iconos arquitectónicos de Portugal. Alojamiento en Coimbra.
📍 Día 6: Coimbra - Tomar - Fátima - Nazaré - Óbidos
Comienza el descenso hacia el sur del país y, a 80 kilómetros de Coimbra, se encuentra Tomar, el paraíso de los templarios. Esto nos indica que los lugares más destacados para visitar serán templos, castillos e iglesias. Uno de ellos es el Castillo Templario de Tomar. Es la edificación templaria más importante del siglo XII, no sólo por la fortaleza, sino por las joyas que alberga en su interior. La más destacada es, sin duda, el convento de Cristo. Es una maravilla. Pasear por su interior te permitirá disfrutar de centenares de obras de arte. Tal es su riqueza patrimonial y cultural que fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También es significativo el claustro del templo, donde podrás pasear como lo hacían los caballeros templarios hace casi diez siglos. Además de esta visita, que ya te anunciamos que requiere su tiempo y mejor si la haces con la ayuda de un guía, te recomendamos conocer el Convento de Santa Iria, la Iglesia de San Juan Bautista y la Ermita de Nossa Senhora da Conciençao. Para pasear, nada mejor que acudir al Mata Nacional dos Sete Montes, auténtico pulmón de la ciudad. Son cerca de 39 hectáreas de bosque, así que controla un poco el tiempo porque aún te quedan 3 lugares que visitar hoy. El primero es Fátima, uno de los lugares más conocidos dentro del catolicismo por ser el lugar en donde la Virgen se apareció a tres pastorcillos. Desde entonces, se ha convertido en un lugar de peregrinaje indispensable para cualquier creyente que recorra Portugal. Evidentemente, su visita pasa por acudir a la Cova da Iria, el lugar en donde se apareció la Virgen. La basílica se construyó en 1953 y, desde entonces, es habitual ver a más de un devoto cruzando la plaza de rodillas rezando el rosario. La Capela das Apariçoes también suele estar muy concurrida. Los pastorcitos Francisco y Jacinta fueron beatificados en el año 2000 y están enterrados aquí mismo. Después de la visita al santuario es hora de descubrir Nazaré, sinónimo de playa, de sol y olas. En concreto, aquí se encuentran las olas más grandes del mundo. Los mejores surfistas han surcado sus big waves y han bautizado a Nazaré como la capital mundial del surf. ¡Pura adrenalina! Pero no todo son olas de más de 30 metros, también hay playa en Nazaré para los neófitos e incluso para los que sólo quieren refrescarse tranquilamente en el agua. Si cuando visites Nazaré no es época de playa sigue leyendo porque tienes mucha oferta donde elegir. Puedes visitar su puerto de pescadores, con sus casas de fachadas blancas, y ser testigo de la venta directa del género recién pescado. No te pierdas las vistas que te ofrece el funicular que te llevará hasta la parte alta de la ciudad, hasta el Mirador de Suberco. La panorámica desde aquí es una maravilla. No querrás bajar, pero hay que hacerlo porque hoy acabarás el día en Óbidos, a media hora en coche hacia el sur. La primera imagen que verás es la de una ciudad amurallada. Cruza las murallas y descubrirás uno de los cascos antiguos más bonitos el país. Es como un pueblo de pescadores sin mar. Las fachadas, las calles, todo está muy bien cuidado. Entre lo imprescindible, la Porta da Vila, forrada de azulejos y acabar la cena con un buen vaso de Ginja de Óbidos, un licor macerado de cerezas. ¡Cuidado que a veces se sirve en vasos muy grandes! Alojamiento en Óbidos.
📍 Día 7: Óbidos - Torres Vedras - Lisboa
Hoy seguimos descendiendo hacia el sur en dirección a Lisboa. Antes pararemos en Torres Vedras para perdernos en su castillo, su palacio y degustar el famoso pastel de Feijao. Torres Vedras significa Torres Viejas y eso es lo que te parecerá a simple vista, pero recuerda que en todo lo antiguo hay historias que escuchar y vivir. En este lugar, gran parte de la historia se vivió en el castillo de origen árabe que hoy compite en el horizonte con decenas de molinos de energía eólica. El contraste que hay en su interior es bastante peculiar. Sus murallas, típicamente empedradas, poco tienen que ver con la Iglesia de Santa María que alberga dentro de la fortaleza, encalada y típica de un pueblecito de pescadores. Pero aquí mar, más bien poco. Donde sí verás agua, mezcla del río Tajo y mezcla del océano Atlántico, es en la capital portuguesa, en Lisboa. Cuando llegues ya puedes ir bien cómodo porque sus calles adoquinadas y sus cuestas son pronunciadas. Enmarcada entre siete colinas se encuentra esta ciudad salpicada de música mágica, divertidos tranvías, sabrosa gastronomía y gente muy cosmopolita. Su principal símbolo es la Torre de Belém, una torre hexagonal que junto con el Monasterio de los Jerónimos se realizaron para conmemorar el descubrimiento de las rutas marítimas hasta la India. Hoy estos dos monumentos, declarados Patrimonio de la Humanidad, son dos de los más fotografiados de la ciudad. El ambiente más auténtico lo descubrirás dando una vuelta por el histórico barrio Alfama, el más antiguo, y prueba de ello son sus callejuelas medievales y su Catedral románica. En el de Santa Catalina te perderás por sus calles laberínticas en donde seguro captarás la imagen de sus curiosos vecinos desde sus balcones. Si lo que quieres es llevarte los mejores recuerdos de la capital, es mejor que acudas al barrio de Chiado y visites sus tiendas. Y no dejes de contemplar las vistas de la ciudad. Hay varios miradores como el de Santa Catalina con vistas al río y al Ponte 25 de Abril, o el da Senhora do Monte, desde donde ver desde lo alto el castillo el centro y la zona de Mouraria. Otro lugar imprescindible en tu visita por Lisboa es el Castillo de Säo Jorge, construido por los visigodos en el siglo V, aunque ha sido restaurado para recuperar su esplendor inicial. Para esta primera noche, te animamos a que cojas el funicular y te vayas a cenar en el barrio Alto. Y de postre qué mejor que unas piñonatas o unos pasteles de Belém. Alojamiento en Lisboa.
📍 Día 8: Lisboa
Ponte un café bien cargado, con un toque de canela, y acompáñalo de algún bollo relleno de crema o de un pastel de nata. Carga las pilas y empezarás el día con garantías. Viste ayer lo esencial de Lisboa y hoy toca darse algún capricho. Una buena forma de empezar es visitando el barrio de La Baixa y recorriendo la Avenida da Liberdades, la más importante de la ciudad. Por aquí hay 3 plazas que seguro que te encantan: la plaza de los Restauradores, la Plaza del Rossio y la Plaza del Comercio. Como vas en coche, te puedes acercar a ver el Parque de las Naciones, que fue sede de la Expo 98. Se trata de una zona peatonal llena de edificios modernos a la ribera noreste del río. Aquí su principal reclamo es el Oceanario, uno de los mayores acuarios de Europa, con más de 25.000 animales que atraerán la atención de los más pequeños. Hoy puedes aprovechar para cenar uno de sus platos típicos: el bacalao. Pero hazlo en alguno de los locales de La Alfama y el Barrio Alto, en donde además de deleitarte con su gastronomía podrás escuchar los fados más románticos de la capital. Alojamiento en Lisboa.
📍 Día 9: Lisboa - Sintra - Cascais - Estoril - Lisboa
Hoy dispones otra jornada para seguir descubriendo los encantos de Lisboa y sus alrededores. Te recomendamos que compagines la visita a la ciudad con enclaves tan atractivos como Sintra, Cascais o Estoril. ¡Comenzamos! A sólo 25 kilómetros de la capital portuguesa, se extiende la hermosa villa de Sintra, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, frecuentada por los monarcas portugueses y habitada desde tiempos remotos por soñadores, escritores, artistas, músicos y bohemios. Recorre sin prisas sus laberínticas callejuelas, repletas de comercios y establecimientos con encanto. Desde el pueblo, un sendero conduce a la tupida y frondosa Sierra de Sintra, donde sobresale encaramado en una de sus colina el vistoso Palacio da Pena, un palacio de cuento de hadas pintado con vivos colores y considerado como uno de los principales exponentes de la arquitectura romántica portuguesa. Una agradable excursión por un entorno natural de gran belleza te llevará a las puertas del Castelo dos Mouros y el colosal Pozo Iniciático, en Quinta da Regaleira, una torre invertida que se adentra hasta 30 metros bajo tierra. (Nota. Desde esta localidad, se puede dar un paseo en tranvía hasta la playa de Maçãs). Proseguimos nuestro camino. Nuestra siguiente parada es Cascais, situada a poco más de una hora de viaje. La fama de esta encantadora localidad comenzó en 1870, cuando los reyes decidieron trasladarse en verano a este pueblo de pescadores, situado entre Lisboa y el Cabo de Roca, el punto más occidental de Europa. Un ejemplo que pronto empezarían a seguir nobles, ricos y famosos. El resultado: encontrarás pocos lugares en Portugal con tanta clase, marcha y lujo como la costa de Cascais. Aquí encontrarás buenas playas, excelentes campos de golf, exuberantes jardines, villas y palacios de película… Centro de la conocida como «riviera portuguesa», su ambiente cosmopolita lo convierte en el sitio de moda cuando sube la canícula. Finalizamos la excursión de hoy en la vecina localidad de Estoril, otra de los principales centros turísticos de Portugal. La que fuera morada de reyes exiliados como Juan de Borbón, es ahora destino de grandes fortunas y enamorados de la “dolce vita” que buscan en sus playas de fina arena, sus sublimes atardeceres y su elegante estilo un refugio de paz y serenidad. Hablar de Estoril es hablar de su Casino, que tanta fama ha otorgado a esta tierra. Y es que cuentan los lugareños que el periodista británico Ian Fleming conoció por estos lares al agente yugoslavo Dusko Popov. De aquel encuentro nacería “Casino Royale”, la primera novela protagonizada por el famoso James Bond. Y es que durante la II Guerra Mundial y la Guerra Fría, Estoril fue uno de los destinos preferidos de exiliados y espías. Regreso y alojamiento en Lisboa.
📍 Día 10: Lisboa - Évora - Beja - Algarve (Albufeira)
Hoy seguiremos bajando hacia el sur y al final del día estaremos en Albufeira, en el Algarve. ¡Comenzamos! Si sigues una hora en coche hacia el norte alcanzarás Évora, una de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal y perfecta para sumergirse en su pasado. De hecho, es la segunda ciudad de Portugal con más monumentos nacionales después de Lisboa. Verlos todos nos llevaría todo el día, así que organízate bien dependiendo del tiempo que quieras dedicarle. Tres de los lugares imprescindibles que tienes que ver son la Catedral Sé, el Templo Romano de Diana y el Aqueduto da Água de Prata. Todos ellos se conservan perfectamente y son un reflejo de la historia de Évora, pero si hay un monumento curioso en la localidad es el de la Capilla de los Huesos. Tampoco dejes de pasear por su centro árabe amurallado, ya que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Évora además es una animada ciudad universitaria, así que siempre está llena de vida, gente y buenos restaurantes donde probar la gastronomía local como la carne de cerdo al alentejo. Llegar hasta Beja también es un espectáculo en donde los campos de trigo te muestran un mar dorado y dan paso a amplias arboledas de olivos y alcornoques. Te aconsejamos que dejes durante unos minutos el coche y pasees por las calles adoquinadas de su centro histórico, contemples sus casas pintadas con el blanco típico de la región y con su decoración hecha a base de azulejos y chimeneas moriscas. Uno de sus principales atractivos es su castillo medieval, cuya torre es la más alta del país con sus 40 metros de altura. Saca tu cámara de fotos y capta desde lo alto las mejores vistas de Beja. Luego acércate a la animada Plaza de la República y recorre sus monumentos más emblemáticos como la Iglesia de Santiago, la Catedral, la Iglesia de San Amaro o el Museo Regional. Aprovecha tu visita a Beja y llévate unos dulces del convento, en concreto el päo de rala, un pastelito hecho con almendras y calabaza típico de esta localidad. ¡Y por fin llegamos al Algarve! Alojamiento en Albufeira.
📍 Día 11: Algarve (Albufeira y alrededores)
Hoy dedicaremos el día en disfrutar del hermoso pueblo pesquero de Albufeira y sus alrededores. Albufeira es conocida en toda Europa por sus hermosas playas azul turquesa. A pesar del aumento del turismo, su pequeño casco antiguo continúa conservando su esencia y vida. Entre sus tiendas y casitas blancas encontrarás una curiosa cueva que si la cruzas llegarás a una de las bonitas playas de la ciudad. Vale la pena pasear hasta el Fuerte de Säo Joäo, ya que desde aquí contemplarás las mejores vistas de la Praia dos Pescadores, una imagen de postal con sus barcas de pesca varadas sobre la arena compartiendo espacio con los turistas que están tumbados tomando el sol. En Albufeira tienes monumentos para ver como el Museo Arqueológico, la ermita de San Sebastián o el Museo de Arte Sacro. Aunque aquí su principal reclamo son sus bellas playas. Las hay respaldadas por paredes de roca, bajo pinares y rojas colinas, y playas de arena. En definitiva, las encontrarás de todos los colores y gustos. Tienes la playa de Gale, de Coelha, de Baleeira, de Falesia… Una de nuestras preferidas es la playa de Castelo, que conforma un bello paraje natural que conjuga peñascos de roca, verdes pinares y el azul de sus aguas. ¡Disfruta de la playa! Alojamiento en Albufeira.
📍 Día 12: Algarve (Albufeira - Lagos - Portimäo/Praia da Rocha - Albufeira)
Hoy puedes disfrutar de Albufeira y visitar alguna de las bellas playas y localidades próximas como Lagos o Portimäo. Gracias a tu coche de alquiler, podrás diseñar el itinerario que más se ajuste a tus gustos y necesidades. A unos 50 minutos en coche se encuentra la localidad de Lagos rodeada de antiguas murallas frente al mar. Piérdete por sus calles adoquinadas llenas de encanto y descubre los lienzos del puerto, sus jardines… También merece la pena visitar el Forte da Ponta da Bandeira, un fuerte del siglo XVII, con puente levadizo incluido, que alberga exposiciones sobre los grandes descubrimientos que realizaron los navegantes portugueses durante los siglo XV y XVI. Y no abandonamos aún la historia de Lagos, ya que aquí está el Mercado des Escravos, el antiguo mercado de esclavos del 1444, ubicado en la plaza Infante Don Enrique, un auténtico escaparate del casco antiguo de la ciudad. Si quieres disfrutar de un paseo más que agradable por la costa agreste, recorre los senderos que parten de Burgau, ofreciendo preciosas vistas de las playas y de las montañas de la zona. A una media hora de camino, se encuentra Portimäo, que a pesar del turismo conserva la esencia de un pueblo con auténtica alma portuguesa. Una de sus estampas más características la encontrarás de paseo por la orilla del río Arade. En esta localidad encontrarás la conocida Praia da Rocha, famosa por su animación nocturna, pero también por sus bellas torres de piedra que decoran sus 2 kilómetros de playa dorada. Cuenta con todo tipo de servicios y con más de una sorpresa. En la zona más occidental hay pequeñas calitas con agua de color turquesa, perfecta para los que quieran un poco más de intimidad. Para verla en su esplendor puedes subir al mirador que hay en cala dos Castelos. También hay otro mirador en el fuerte de Santa Catarina, un castillo de 1621 que se construyó a las puertas de la ría para proteger la zona de ataques corsarios. Alojamiento en Albufeira.
📍 Día 13: Algarve (Albufeira - Faro) - Ciudad de origen
Aún no te despidas del Algarve porque tus vacaciones aún no han terminado. Exprime hasta el último minuto antes de volver a casa y visita Faro. Es la capital del Algarve y la que más movimiento de turistas genera en la zona gracias a su aeropuerto. Eso sí, es una ciudad distinta, diferente. Pese a ser un destino turístico de sol y playa, el verano es su temporada baja. Se explica porque es una ciudad universitaria de relieve y cuando acaba el curso la población flotante disminuye. Dependiendo de a qué hora salga tu vuelo, tendrás más o menos tiempo para recorrerte la ciudad. Por eso, hazte una lista de prioridades y síguela teniendo en cuenta que debes llegar con tiempo al aeropuerto para devolver el coche de alquiler y hacer el check in. Por eso, como indispensable en Faro señalaríamos la Marina, donde están los barcos y el lujo, el Bulevar Manuel Bivar, la milla de oro donde hacer las últimas compras, y el casco antiguo, para estirar las piernas por sus callejuelas antes de ir al aeropuerto. Presentación en el aeropuerto con suficiente tiempo de antelación para devolver el coche de alquiler y vuelo de regreso a la ciudad de origen. Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.
El precio incluye
- Vuelo de ida y vuelta.
- Estancia en el hotel seleccionado en Oporto.
- Régimen seleccionado en Oporto.
- Estancia en el hotel seleccionado en Coimbra.
- Régimen seleccionado en Coimbra.
- Estancia en el hotel seleccionado en Óbidos.
- Régimen seleccionado en Óbidos.
- Estancia en el hotel seleccionado en Lisboa.
- Régimen seleccionado en Lisboa.
- Estancia en el hotel seleccionado en Algarve.
- Régimen seleccionado en Algarve.
- Coche de alquiler.
- Seguro de viaje
- Importe del suplemento por recogida y devolución del vehículo en diferente oficina.
El precio no incluye
- Tasas de alojamiento en Oporto, pago directo en establecimiento.
- Tasas de alojamiento en Lisboa, pago directo en establecimiento.
- Tasas de alojamiento en Algarve pago directo en establecimiento.
- Posible pago de peajes.
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